Manejo de pastos marinos para la resiliencia al cambio climático

Seagrass-Watch: Manual para cartografiar y supervisar los recursos de pastos marinos

Estudio identifica cuellos de botella en el crecimiento temprano de pastos marinos

Praderas Marinas

Paso 1 | Determinar el contexto, las necesidades y las opciones.&nbsp;Para empezar, haga un mapa de las distintas ubicaciones de las praderas marinas. Junto con las comunidades locales, analice si la salud de las praderas marinas ha cambiado en el pasado reciente y cómo lo ha hecho. Si las praderas marinas se consideran estables, es posible que no sea necesario invertir en la recuperación natural asistida. Sin embargo, hay que considerar opciones para conservar las praderas marinas existentes, como la regulación y la reducción de la contaminación y las actividades humanas directas dentro y cerca de las áreas de praderas marinas.Estudie y seleccione sitios para explorar si las condiciones ambientales actuales favorecen la restauración de las praderas marinas. Desarrolle mapas de referencia para permitir el monitoreo de los cambios en la distribución y la abundancia.Mejore el manejo para reducir el impacto humano y mantener las praderas marinas en un estado lo más saludable posible. Esto permitirá a las plantas afrontar mejor las tensiones, incluido el cambio climático, y recuperarse de ellas. No hay nada que sustituya el manejo eficaz y una buena calidad del agua para mejorar la resiliencia de las praderas marinas.Identifique y proteja las áreas de praderas marinas que están sanas y fuertes y con bajo riesgo de sufrir amenazas de origen humano y natural. Estas servirán como futuras áreas de recuperación de siembra o trasplante. El objetivo es hacerlo en una amplia área geográfica de hierbas marinas.Identifique las interdependencias con otros hábitats como los manglares y los arrecifes; trate de mejorar el manejo general a través de redes de áreas marinas protegidas. Si las praderas marinas se han degradado, trabaje con las comunidades costeras como se describe en paso 1 del apéndice A.2 (arrecifes).Paso 2 | Buscar más datos.&nbsp;Después del análisis inicial, realice una revisión del ‘entorno propicio’. Explore los siguientes aspectos:<ul><li>Partes interesadas. ¿A quién puede afectar y quién puede afectar al proyecto? Anote todas las partes interesadas y los posibles papeles que pueden desempeñar (positivos y/o negativos). Involucre a varias fuentes para identificar y revisar la lista con regularidad.</li><li>¿Quiénes pueden ser sus aliados?&nbsp;Entre ellos se encuentran los donantes, voluntarios de la comunidad y de la industria, entidades de apoyo técnico y logístico y expertos en praderas marinas y ciencias del clima. Seleccione a los expertos que pueden proporcionar asesoramiento técnico.</li><li>Identifique la reglamentación local.&nbsp;¿Qué normas existen y qué autoridades se encargan de hacerlas cumplir? Asegúrese de que examina las políticas y normativas locales de reducción del riesgo de desastres. Asegúrese de que estas autoridades estén incluidas en la lista de partes interesadas.</li><li>Contextos específicos del sitio.&nbsp;¿Hay otros ecosistemas y cuestiones medioambientales que deban abordarse para garantizar el éxito?&nbsp;</li></ul>Paso 3 | Evaluar la vulnerabilidad y la resiliencia de las praderas marinas.&nbsp;Si se considera que el entorno propicio es lo suficientemente fuerte, realice una evaluación técnica del estado de las praderas marinas (en términos de salud, vulnerabilidad y resiliencia actuales).Complete una evaluación de resiliencia y vulnerabilidad para asegurar que se tengan en cuenta los posibles impactos en las praderas marinas. Las evaluaciones de resiliencia deben incluir la exploración de la resiliencia ecológica: la salud y la función de los hábitats, los organismos y los procesos de los ecosistemas, incluidos los ciclos reproductivos, la conectividad y el reclutamiento de la población (conexión con poblaciones sanas), las especies, los suelos y la calidad del agua. Puede utilizar la&nbsp;<a href="http://reefresilience.org/community-based-climate-adaptation/climate-adaptation-tools/ccap-adaptation-design-tool/" target="_blank" style="color: rgb(12, 95, 46);">Herramien ta de diseño para la adaptación</a>&nbsp;para considerar el cambio climático en su diseño.Paso 4 | Fijar metas y objetivos.&nbsp;Ahora, establezca sus objetivos de restauración. Lo ideal es buscar un modelo que devuelva la pradera marina a su estado original (no degradado).Ajuste estos objetivos con los objetivos generales de su proyecto y su calendario. Utilice los indicadores SMART para definir cómo medirá el progreso y corregir sus objetivos según sea necesario.Identifique las medidas de monitoreo iniciales, que podrán ser perfeccionadas posteriormente. Vea el recuadro de ‘condiciones favorables’ más adelante para desarrollar indicadores específicos para las praderas marinas.Paso 5 | Identificar las opciones de restauración.&nbsp;En esta etapa, usted ha definido qué quiere lograr. Ahora, veamos cómo alcanzar sus objetivos.cDónde centrarse: una vez completada la evaluación de vulnerabilidad y resiliencia, seleccione los sitios de restauración en función de la información que haya recopilado. Anote los sitios o áreas con la mejor combinación de baja vulnerabilidad al cambio climático y a los impactos humanos y la mayor resiliencia. Considere cómo la hierba marina restaurada apoyará la RRD.Qué acciones elegir: estudie las posibles acciones de adaptación. Asegúrese de contar con el asesoramiento técnico y científico adecuado a la hora de decidir las acciones. Utilice criterios de evaluación comunes para decidir qué acciones emprender, como eficacia, viabilidad, urgencia, flexibilidad y externalidades. Asegúrese de que todas las partes interesadas clave participen en el proceso.&nbsp;La restauración de las praderas marinas se produce gracias al mejoramiento de las condiciones ambientales, por ejemplo, mediante el mejoramiento de la calidad del agua. Esto puede favorecer la regeneración natural. Puede implicar la siembra o el trasplante de plántulas o plantas maduras de una variedad de lechos de donantes de hierbas marinas ampliamente distribuidos (preservando así la diversidad genética).En algunos casos, se pueden utilizar combinaciones de todos los métodos para ayudar a la recuperación. Los objetivos de restauración, las condiciones locales, las especies de hierbas marinas y los presupuestos del proyecto determinarán qué enfoque de plantación es el más adecuado.El proceso de planificación de la restauración incluye la identificación de los objetivos del proyecto en cuanto a la cobertura de las praderas marinas, la composición de las especies y la función ecológica de las praderas marinas restauradas. Si no parece viable la restauración, considere si se pueden llevar a cabo otras acciones (vea el gráfico A4.1).Paso 6 | Implementar las acciones.&nbsp;Es necesario el asesoramiento de expertos a la hora de planificar e implementar la restauración de las praderas marinas. Vea el material para la planificación y el monitoreo de la restauración de las praderas marinas&nbsp;<a href="https://www.seagrasswatch.org/manuals/" target="_blank">https://www.seagrasswatch.org/manuals/</a>.A. Recolonización natural.&nbsp;La recolonización natural implica el proceso de mejora del medio ambiente de las praderas marinas, normalmente mediante una combinación de mejora de la calidad del agua y optimización del acceso a la luz para promover la fotosíntesis.La calidad del agua suele verse afectada por el vertido de los desagües, la escorrentía de las aguas pluviales y la eliminación de los efluentes. El dragado, la navegación y la actividad de las embarcaciones, así como la pesca de arrastre del fondo marino, también actúan para reducir la calidad del agua alrededor de las áreas de praderas marinas.&nbsp;El manejo de estos impactos debe abordarse antes de cualquier intento de recolonización. El trasplante de rizomas sanos y la siembra (de especies que se encuentran en la zona) pueden servir para apoyar la recolonización natural.to, las neB. Trasplante de plántulas.&nbsp;Las plántulas, recogidas en sitios donantes cercanos o criadas en viveros, pueden trasplantarse directamente a las áreas de restauración. Se trata de un método que requiere mucho trabajo, pero que puede dar resultados más rápidos en cuanto al restablecimiento de las praderas marinas.Los rizomas o plántulas se fijan en sistemas de rejilla al fondo del océano utilizando varios métodos diferentes. Estos incluyen pequeñas estacas de metal en forma de U para mantener las plántulas en su lugar, colocar serpientes de sacos de arena a través del movimiento de la marea y luego plantar plántulas detrás de ellas. Los marcos se bloquean en su lugar en el lecho marino para proporcionar una base sobre la cual se pueden plantar pastos marinos. Se colocan bolsas especiales (de arpillera) en el lecho marino para mantener las plántulas de pastos marinos en su lugar. Para cuando las bolsas de arpillera se descomponen, muchas plántulas están suficientemente establecidas.Vea la selección de videos con ejemplos de estos métodos, a continuación.C. Siembra.&nbsp;La siembra, aunque es un método más económico y ligeramente menos laborioso, requiere el acceso a hierbas marinas sanas que fructifiquen.Las densidades de siembra parecen ser fundamentales para el éxito, y se requiere una siembra anual recurrente para crear una cobertura suficiente y aumentar la&nbsp;<a href="https://www.vims.edu/newsandevents/topstories/2017/seagrass_bottlenecks.php" target="_blank" style="color: rgb(12, 95, 46);">densidad de las hierbas marinas</a>. En Australia, los programas de siembra a gran escala cuentan con la colaboración de pescadores recreativos y comerciales, organizaciones indígenas y organismos gubernamentales.A los pescadores se les proporcionaban semillas recogidas que colocaban cuidadosamente en bolsas de arpillera llenas de arena. Luego las llevaban al mar en barcos de pesca para ‘sembrarlas’ con la marea baja.

PROCESO

Buena calidad del agua.&nbsp;La luz suficiente es un factor clave para la salud de las praderas marinas. El agua no debe estar demasiado turbia por la materia en suspensión o el plancton. El crecimiento excesivo de algas (debido a los altos niveles de minerales y nutrientes, p. ej., debido a la escorrentía de fertilizantes) puede absorber demasiada luz. Al menos el 10% de la luz en la superficie del agua debe llegar a las hojas de las praderas marinas. La proximidad a las zonas urbanizadas y a los ríos puede suponer una amenaza para las praderas marinas, a menos que se contenga la escorrentía de sedimentos, nutrientes y aguas residuales.Movimiento suave del agua.&nbsp;Algunos movimientos de agua son importantes para el suministro de nutrientes y carbono inorgánico que permiten la fotosíntesis. Sin embargo, las corrientes no deben ser demasiado fuertes como para arrancar plantas o remover sedimentos.Condiciones estables en el movimiento de los sedimentos.&nbsp;El entorno de las raíces debe mantenerse sin perturbaciones y el contenido orgánico del sedimento debe ser inferior al 5%. Deben evitarse actividades humanas como el dragado, la navegación pesada y la pesca (especialmente la de arrastre de fondo).Variabilidad genética y conectividad.&nbsp;La variabilidad genética entre las plantas es importante para la resiliencia de las praderas marinas al estrés térmico. Las praderas con alta diversidad genética deben ser prioritarias para su protección.Manejo eficaz.&nbsp;Las amenazas potenciales para las praderas marinas derivadas de las actividades humanas deben ser manejadas (p. ej., limitando o evitando la escorrentía de contaminantes) para mantener las praderas marinas.&nbsp;

Condiciones favorables para la supervivencia de las hierbas marinas

Las praderas marinas crecen en aguas costeras y estuarios poco profundos, protegidos y de fondo blando. Existen más de 60 especies de hierbas marinas en todo el mundo y desempeñan un papel importante en los ecosistemas marinos poco profundos&nbsp;El (<a href="https://reefresilience.org/pdf/Managing_Seagrass_for_Resilience_to_CC.pdf" target="_blank" style="color: rgb(13, 102, 131);">Björk&nbsp;et al., 2008:16</a>).Sus principales beneficios de protección son la atenuación de las olas y la retención de sedimentos, reduciendo así el riesgo de erosión del suelo y de la costa, sobre todo después de fuertes lluvias. Las praderas marinas son criaderos de peces jóvenes, que se alimentan en las aguas ricas en nutrientes mientras se esconden de los depredadores.En cuanto a los beneficios medioambientales, las praderas marinas son un potente sumidero de carbono y un importante hábitat (albergan 40 veces más especies que la arena desnuda). Las praderas marinas son también una fuente de alimento (semillas) y se utilizan como material para techos, colchones y medicina tradicional (contenido ibid.:17).La restauración y rehabilitación de las praderas marinas requiere asesoramiento científico y técnico. Las acciones específicas pueden incluir esfuerzos para mejorar la calidad del agua y la exposición a la luz, la plantación de plántulas o las áreas de siembra para la restauración, la eliminación de las causas de la degradación de las praderas marinas, la concientización del valor de las praderas marinas y la inclusión en los planes de manejo costero (de esta páginaibid., 26-34).&nbsp;<img src="https://s3.us-west-2.amazonaws.com/static.natureprotects.org/praderas%20marinas.jpg"> COMPRENDER LAS PRADERAS MARINASLas praderas marinas se consideran el tercer ecosistema más valioso por hectárea, solo precedido por los estuarios y los humedales. Han sufrido un deterioro a nivel mundial, principalmente como resultado de la contaminación local a lo largo de las costas.Las plantas crecen mejor en aguas claras y con movimiento suave. Necesitan luz y nutrientes para crecer. La escorrentía de aguas residuales y sedimentos reduce la luz, a menudo como efecto secundario del crecimiento excesivo de algas (que roban la luz).Proteger las praderas marinas reduciendo la escorrentía, la contaminación y las perturbaciones físicas directas de la actividad humana es, por tanto, el punto de partida y suele ser la medida más costo-efectiva.Si hay —o ha habido— praderas marinas en su zona, siga las directrices que figuran a continuación.&nbsp;